La pintura metafísica fue un movimiento creado por Chirico a partir de imágenes ilógicas, con numerosos objetos que son unidos de forma inconsciente, como un sueño.
En esta obra, se observa una pintura aparentemente sencilla, pero de tipo simbólico, ya que presenta numerosos simbolismos a través de estos maniquíes o seres inanimados con un espacio que bien podría incluirse dentro del concepto de “naturaleza muerta” de aire misterioso.
Chirico trata el espacio en esta obra con claras cualidades oníricas, como visto en sueños, dibujando las figuras bajo una luz fantástica y plana.
En esta pintura se muestra lo real más allá de lo cotidiano: una ciudad detenida en mitad del fluir temporal, lejos del tiempo y del espacio, del resto del mundo, para darle el valor que le corresponde.
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